Parashot

Parashah Acharei Mot (Después de la Muerte) | K’doshim (Santidad) Lev. 16:1–20:27

Haftarah:  Amos 9:7-15 28th of Omer B’rit Hadashah: Juan 7:1-52




CAPITULO 16: Día de la Expiación = Yom Kippur


Lev 16: 2  "Dile a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el Lugar Santo detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el Arca, no sea que muera; porque Yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.”


En este capítulo YHVH le ordena a Aarón, a través de Moshe,  cuando y únicamente él puede entrar en el “Lugar Santísimo  (Makon Kadosh) que está detrás del velo, delante del propiciatorio (Kapporeth) que esta sobre el Arca (Aron), cuando él presente los sacrificios del Día de la Expiación – Yom Kippur.
El propósito de este ritual era para remover la impureza  “tumah”  de los Israelitas, sacerdotes, Tabernáculo, el Altar (Lev. 16:33) transfiriendo esa impureza al ‘macho cabrío’ (azazel = chivo expiatorio) para que YHVH morara en el medio de Su pueblo.

Lev 16:7 -8  "Y tomará los dos machos cabríos y los presentará delante YHVH a la entrada del Mishkan (la Tienda de Reunión). 8 "Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, una suerte por YHVH, y la otra por el macho cabrío expiatorio (azazel).

Azazel H5799  עזאזל: ‛ăzâ'zêl  - cabro de partida, el chivo expiatorio

Azazel:  El nombre es derivado (según los antiguos rabinos) de dos palabras:  “ex  azel” = chivo que sale afuera,  de la cual sale el nombre del ‘chivo o cabrío expiatorio’. Por lo tanto los pecados del pueblo son simbólicamente echados fuera del campamento, fuera de la civilización.

Lev 16:12-13  "Y tomará un incensario lleno de brasas de fuego de sobre el altar que está delante de YHVH, y dos puñados de incienso aromático molido, y lo llevará detrás del velo. 13  "Pondrá el incienso sobre el fuego delante de YHVH, para que la nube del incienso cubra el propiciatorio que está sobre el Arca del Testimonio, no sea que Aarón muera.”

Propiciatorio:  H3727 כּפּרת  kappôreth:  Tapa, usada solamente en la cubierta del Arca Sagrada con los dos querubines.

El Propiciatorio era el trono de la Presencia Divina de YHVH, que se manifestaba sobre esta cubierta (Ex. 25: 22).    Por lo tanto cuando el incienso era puesto sobre los carbones encendidos, creaba una nube de humo densa, para prevenir que Aarón viera la Presencia Divina de YHVH y muriera.  ¡Aquí vemos la santidad tan grandiosa del Todopoderoso!

Lev 16:16-17  "Hará, pues, expiación por el Lugar Santo a causa de las impurezas de los Israelitas y a causa de sus transgresiones, por todos sus pecados; así hará también con la Tienda de Reunión que permanece con ellos en medio de sus impurezas. 17  "Cuando Aarón entre a hacer expiación en el Lugar Santísimo, nadie estará en la Tienda de Reunión hasta que él salga, para que haga expiación por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel.

Expiación: H3722  כּפר  kâphar:  cubrir, aplacar, limpiar,  perdonar, purgar, conciliar 

Pecado:  H2403  חטּאת   chaṭṭâ'âh:  ofensa, pecado habitual, su penalidad, castigo

Aarón entraba dos veces al Lugar Santísimo:

  1. Expiar sus pecados (v.11)
  2. Expiar los pecados de Israel (v.16)

Lev 16:21-22  "Después Aarón pondrá ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío y confesará sobre él todas las iniquidades de los Israelitas y todas sus transgresiones, todos sus pecados, y poniéndolos sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un hombre preparado para esto. 22 "El macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a una tierra solitaria; y el hombre soltará el macho cabrío en el desierto.

El Kohen Ha’Gadol tenía que hacer estos sacrificios cuidadosamente, pues su vida dependía de ello.  Pero tenemos otro ‘KOHEN HA’GADOL’ que no ofreció la sangre de un cordero, sino SU propia sangre:

Heb 9:11-12  “Pero cuando Yahshua apareció como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, 12  entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna.”

El sufrimiento y la muerte de Yahshua HaMashíah  fue el holocausto de expiación — no en el Santuario en la tierra sino en el Santuario celestial. Yahshua es el Kohen HaGadol que “allí sirve en el Lugar Santísimo, esto es, el verdadero Tabernáculo, el cual fue erigido por YHVH y no por seres humanos” (Hebreos 8:2). Ha entrado en el Lugar Santísimo del cielo — la sala del trono de YHVH —  ofreciendo Su propia sangre para llevar a cabo la expiación.  Entró en la presencia de YHVH por nosotros, y para llevarnos por medio de Él, frente a la Presencia Divina del Eterno.

Heb 9:24 “Porque Yahshua no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de YHVH por nosotros”
Yahshua nuestro Kohen HaGadol:

    1. Subió a la Presencia de YHVH en su tiempo asignado.  Después de Su resurrección Yahshua               dijo: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Elohim y a vuestro Elohim” (Juan 20:17)
    2. Llegó al Padre con la ofrenda por el pecado – su propia sangre
       “Porque esto es mi sangre del nuevo testamento, la cual es derramada por muchos para remisión           de  pecados.” (Mat 26:28).
    3. Su túnica era sin costuras, echa de una sola pieza y probablemente de puro lino blanco (Juan              19:23)
    4.Fue sumergido en las aguas del Jordán antes de empezar su ministerio  cumpliendo de esta                  manera el  requisito de los sacerdotes de lavar sus cuerpos antes de ministrar a YHVH. (Mateo            3:15,16)
    5. Él es la luz que brilla en las tinieblas  (Juan 1:5) (las brasas encendidas)
    6.El ofreció su propia sangre por el perdón de nuestros pecados (Mateo 26:28)

Heb 7:26-27  “Porque convenía que tuviéramos tal sumo sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos, 27  que no necesita, como aquellos sumos sacerdotes, ofrecer sacrificios diariamente, primero por sus propios pecados y después por los pecados del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, cuando se ofreció a sí mismo.” 

Heb 9:14  ¿Cuánto más la sangre de Yahshua, el cual por el Espíritu  eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a YHVH, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Elohim vivo? 

Heb 10:11  Ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. 12  Pero Yahshua, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Elohim.”

A través de la sangre redentora de Yahshua, podemos presentarnos al Padre Todopoderoso en todo momento, humildemente y en arrepentimiento.

YAHSHUA Y AZAZEL:

En vista del ministerio de Yahshua como el “Cordero de Elohim” y nuestro Kohen HaGadol, a través del estudio de la Torah, vemos la relación de los sacrificios, expiación, perdón y redención establecidos, especialmente en el Libro de Levíticos con el ministerio de Yahshua en el Nuevo Pacto (B’rit Hadashah).

¿Qué relación podemos ver entre Yahshua y el azazel (chivo expiatorio)?

En el ritual de Yom Kippur – Día de la Expiación - vemos dos sacrificios:

     1. La sangre del sacrificio por el pecado:
        Yahshua derramó su sangre en el madero, para la purificación del pecado.
     2. El azazel:  Representa el aspecto adicional de remover el pecado “fuera del campamento”.
        ¿Cumplió Yahshua este sacrificio?

Los dos machos cabríos de Yom Kippur constituyen un sacrificio ofrecido a YHVH donde nos dice:
Lev 16:5  "Aarón tomará de la congregación de los Israelitas dos machos cabríos (plural) para 
ofrenda (singular)  por el pecado y un carnero para holocausto.

El sacrificio de Yahshua representa  dos aspectos de un sacrificio singular, ofrecido a YHVH.  La sangre del primer macho cabrío fue ofrecida a YHVH para la expiación del pecado y el destierro del segundo macho cabrío, significa eliminar el pecado fuera de la Presencia Divina.

Por lo tanto Yahshua cumplió ambos sacrificios: La expiación delante del Padre y como nuestro “chivo expiatorio” que cargó nuestros pecados “fuera del campamento.”  Además, el “ser enviado fuera” representa  la separación que Yahshua experimentó cuando clamó en voz alta: ¡Mi Elohim! ¡Mi Elohim! ¿Por qué me has abandonado? (Mat.27:46)  En ese momento,  El sintió la ira y separación del Padre, por nosotros ~ por la culpa de nuestros pecados.

2Co 5:21  Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Elohim en El.

Isa 53:4-5  Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros Lo tuvimos por azotado, Por herido de Elohim y afligido. 5  Pero El fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados.

Mat 8:17 “Para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: "el tomó nuestras flaquezas y llevo nuestras enfermedades."

1Pe 2:24  El mismo cargó nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados.

CAPITULO 19 – CODIGO DE SANTIDAD

Lev 19:1  Entonces habló YHVH a Moisés, diciendo: 2  Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: "Seréis santos porque Santo soy YO YHVH vuestro Todopoderoso.”

Este capítulo contiene la esencia de las instrucciones de la Torah y establece las obligaciones y responsabilidades del pueblo de Israel y a través de Israel, de la humanidad completa. Contiene una lista de mandamientos y prohibiciones,  detallando requerimientos éticos para poder lograr una vida santa y completa.

Los mandamientos de Levítico 19 son llamados los ‘Mandamientos de la Santidad.’ YHVH es la fuente de santidad, y es El quien tiene la autoridad de definirla.   No hay otro, ni en la tierra ni en el cielo que tenga la autoridad de definir lo que es la santidad.  Solo el que es KADOSH puede definirla.  No hay agujeros en su santidad.  Somos nosotros los que creamos ese agujero, a través del pecado, y caemos fuera de Su Santidad. Cada pecado es un área donde no hemos podido mantener el estándar de la separación del mundo.

Hay una relación directa entre los mandamientos y Yahshua HaMashíah,  porque los mandamientos son una revelación directa de la divinidad de YHVH. Lo cual para ver un mandamiento realizado es ver, con los propios ojos, algo que procede de YHVH. Todos los mandamientos de la Torah, nos revela a Yahshua, pues él es “la Torah viviente”.  En Lucas 22:42 Yahshua dijo: “no mi voluntad, pero la Tuya”.  En otra ocasión él dijo  “no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó.” (Juan 8:28)

Yahshua nos dijo que “Él es la puerta” (Juan 10:7 &9) y por medio de El entramos a esa santidad requerida a nosotros por YHVH. Yahshua es llamado “el Santo de Elohim” (Juan 6:69)  porque su santidad se deriva directamente de YHVH. Él es santo en virtud de su naturaleza divina. Su ser esencial, más allá de la carne, es la palabra eterna de YHVH - la misma esencia de YHVH. Por tanto todo aquel que sigue las enseñanzas de Yahshua, no las puede llevar a cabo a menos que sea obediente a la Torah – uno es parte del otro.

El objetivo de estas leyes, además de la obediencia a YHVH, tiene una promesa:   Lev 20:24  'Por eso les he dicho: "Ustedes poseerán su tierra, y Yo mismo se la daré para que la posean, una tierra que mana leche y miel." Yo soy YHVH su Elohim, que los he apartado de los pueblos.”

Apartado: H914 - בּדל -  badal:   separar, distinción, seleccionado, separado 

Lev 19:37  'ASÍ PUES, OBSERVARÁN TODOS MIS ESTATUTOS Y TODAS MIS ORDENANZAS, Y LOS CUMPLIRÁN. YO SOY YHVH"

Por Nilda Tsounis (Adeenah)
Que El Eterno te de entendimiento en Todo!
BARUCH HA’SHEM YHVH!
Shalom!




Parashah Tazri’a: Ella Concibe | Metzorah:
Leproso – Lev. 12:1 – 15:33
Haftarah:  2 Reyes 7:3-20                                     B’ri Hadashah:  Mateo 8:1-4, 11:2-6


Estas dos próximas porciones nos detallan el estado de “tamei” (impureza ceremonial) y “tohorah” (pureza ceremonial).   En Levítico 11 estudiamos sobre las leyes de animales limpios e inmundos.  En Levítico 12 estudiamos sobre las leyes con relación a la pureza e impureza humana.  Según vemos en este capítulo, estar ‘ceremonialmente impuro’ comienza al nacer: dando a luz a un bebé, la madre queda ceremonialmente impura -  ¿Por qué?  La procreación o nacimiento de un niño no es pecado. ¿Cómo podemos entender la impureza con relación al nacimiento de un ser humano?  Muchos opinan que es a través de su mortalidad.  ¿De dónde procedió la mortalidad?  Fue el resultado del pecado. Aunque invisible, el estado de impureza es una manifestación de muerte espiritual.

Rom 5:12  “Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.”

Lev 12:2-3  "Di a los Israelitas: 'Cuando una mujer dé a luz y tenga varón, quedará impura por siete días; como en los días de su menstruación, será impura. Lev 12:3  'Al octavo día la carne del prepucio del niño será circuncidada.

El B’rit Milah – circuncisión, fue el primer mandamiento que YHVH le dio a Abraham.  Es un pacto establecido por El, separando  a Su pueblo como nación escogida.  Lo vemos en la Torah en Gen. 17:7-14 y lo repite en Lev. 12:3.  El B’rit es rigurosamente importante en el Judaísmo y entre todos aquellos fieles a Su Torah.  Tan importante es, que aún se lleva a cabo en el Shabbat, si ese día es el octavo día del nacimiento del niño.

B’rit Milah es probablemente el mandamiento (mitzah) más observado en el Judaísmo.
Es el pacto (Beriyth) que YHVH hizo con Abraham, el cual requería acción física (corporal) para todos los descendientes de Abraham y aún más específicamente, al pueblo de Israel. Es el único mandamiento que la persona no puede hacerlo el mismo.

Gen 17:9-13 Dijo además YHVH a Abraham: "Tú, pues, guardarás Mi pacto, tú y tu descendencia después de ti, por sus generaciones. 10  "Este es Mi pacto con ustedes y tu descendencia después de ti y que ustedes guardarán: Todo varón de entre ustedes será circuncidado. 11  "Serán circuncidados en la carne de su prepucio, y esto será la señal de Mi pacto con ustedes. 12  "A la edad de ocho días será circuncidado entre ustedes todo varón por sus generaciones; asimismo el siervo nacido en tu casa, o que sea comprado con dinero a cualquier extranjero, que no sea de tu descendencia. 13  "Ciertamente ha de ser circuncidado el siervo nacido en tu casa o el comprado con tu dinero. Así estará Mi pacto en la carne de ustedes como pacto perpetuo.

Yahshua fue circuncidado, de acuerdo a la ley dada a Moisés:   Lucas 2:21-22  “Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre  Yahshua, el nombre dado por el ángel antes de que El fuera concebido en el seno materno. 22  Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle a YHVH.” 

CAPITULOS 13 y 14:  Impurezas causadas por Tzara’ah y Lashon harah


Tzara’ah no es realmente la “lepra” como la conocemos hoy día.  La lepra no es fácilmente contagiosa como muchos creen, aunque a menudo resulta en incapacidad grave pero raramente fatal. También es llamada la Enfermedad de Hansen (nombre del doctor que descubrió la bacteria en 1874). No hay una palabra correcta que se pueda traducir del Hebreo “tzara’ah”, por tanto en las traducciones usaron “lepra” que proviene del Griego y que es esencialmente  una infección de la piel.

Este capítulo al igual que el 14 nos describen la eliminación de la impureza causada por tzara’at o afección “leprosa”. Tzara’at no solo afecta a los humanos pero también a materiales para la ropa así como también a materiales usados en las paredes de las casas, artículos de cuero, etc.

¿Cuál es la razón de este castigo tan terrible? ¿Qué nos dice las Escrituras?

Empecemos por el mandamiento de YHVH:  Exo 20:16  "No darás falso testimonio contra tu prójimo.”

En el judaísmo, la lepra bíblica se asocia con los pecados de la lengua perversa, chismes, murmuraciones, desacreditar o levantar falso testimonio contra nuestro prójimo.  Ellos interpretan esto a través de la historia de tzara’at de Miriam (la hermana de Moisés).  Ella fue castigada con esta infección por quejarse o criticar contra su hermano Moisés.

Num 12:1  Entonces Miriam y Aarón hablaron contra Moisés por causa de la mujer Cusita con quien se había casado, pues se había casado con una mujer Cusita;
Num 12:9-10  “Y se encendió la ira de YHVH contra ellos, y Él se fue. 10  Pero cuando la nube se retiró de sobre la tienda, vieron que Miriam estaba leprosa, blanca como la nieve. Y cuando Aarón se volvió hacia Miriam, vio que estaba leprosa.

Vamos a ser juzgados por cada palabra vana que salga de nuestra boca, como Yahshua dijo:

Mat 12:36-37  "Pero Yo les digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio. 37  "Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado."

Por tanto los maestros de la Torah deducen que la lepra bíblica era un castigo por el pecado de “lashon harah = lengua perversa.   Santiago (Ya’akov) el hermano de Yahshua, probablemente conocía esta interpretación.  En su epístola el compara la lengua con un manantial.  Por lo tanto, quien habla mal es un metzora  (leproso) espiritual.
Ya’akov (Santiago) 3:6  “También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida.”

Ya’akov  3:10 “De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11  ¿Acaso una fuente echa agua dulce y amarga por la misma abertura?”

¿Cuáles son las aguas amargas que salen de la boca?    Palabras dañinas, calumnia, altanería,  crítica, envidia, difamación,  palabras llenas de odio, arrogancia,  chismes.

Pro 16:18  “Delante de la destrucción va el orgullo, Y delante de la caída, la arrogancia de espíritu.”

Un espíritu arrogante o altivo encuentra difícil de tolerar los defectos ajenos. La persona arrogante es incapaz de reconocer sus propios defectos. En cambio, se presta a criticar  los defectos de los demás. A menudo, cuando hablan mal de otros, es porque están defendiendo su propio orgullo. Muchas personas se elevan ellos mismos al humillar y pisotear a otras personas, alimentando de esta manera su orgullo.  Muchas veces esto es debido a envidia.  Los Proverbios contrastan dos tipos de personas: una persona que guarda sus palabras y una persona con un espíritu altivo:

Pro 21:23-24  “El que guarda su boca y su lengua, Guarda su alma de angustias.  24  "Altivo," "arrogante" y "escarnecedor," son los nombres del que obra con orgullo insolente.”

¿En vista de esto, será posible que, hoy día,  muchas de las enfermedades sufridas por la humanidad no es otra cosa que el castigo por “lashon harah”. La lepra (tzara’at) espiritual  prevalece hoy más que nunca.

Cuando alguien escucha rumores o calumnias, es cómplice del crimen, y en realidad alentando al que está hablando.  Quien lo escucha es igualmente culpable del pecado.  Cuando alguien empieza a criticar, o a levantar falsos juicios,  lo mejor es excusarse de la conversación  y no ser partícipe de ella.  Los maestros de la Torah han conocido, desde la antigüedad, que la “lengua perversa”  es un gran problema para la mayoría de las personas.  Dicen que la calumnia es  equivalente al asesinato – un asesinato de carácter.   Aciertan que el  asesinato es cometido tres veces:

  1. Al que levanta la calumnia    
  2. Al que escucha   
  3. A quien están criticando

Ecc 5:6  No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero de YHVH que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse YHVH a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? 

La Lepra en los Hogares

Lev 14:34-35  "Cuando ustedes entren en la tierra de Canaán, que les doy en posesión, y Yo ponga una marca de lepra sobre una casa en la tierra de su posesión, 35  el dueño de la casa irá y le avisará al sacerdote: 'Algo así como la marca de la lepra ha aparecido en mi casa.'

Estudiemos detenidamente esto!  “Quien es el que pone la lepra en una casa?

Poner:  H5414  nathan:  נתן - permitir,  ejecutar, causar, imponer
Marca: H5061  Nega :     נגע - plaga, marca, aflicción, infección, heridas 

Debido al pecado cometido en ese hogar, es el Todopoderoso (YHVH) quien ejecuta la infección pasando juicio, ya que fue contaminada por “lashon harah”.

Lev 14:35  “El dueño de la casa irá y le avisará al sacerdote: 'Algo así como la marca de la lepra ha aparecido en mi casa.”

En Levítico 14:33-53  vemos el procedimiento ceremonial para el diagnóstico y limpieza de una casa en la cual ha aparecido signos de la lepra bíblica en las paredes.

Ya sabemos que  la lepra bíblica se asocia con los pecados de “lashon harah” (chismes, críticas negativas y murmuraciones).  Los sabios culpan la lepra en una casa por las palabras habladas dentro de esa casa. La mayor parte de las críticas, calumnias y difamaciones  ocurren dentro de la privacidad de nuestros hogares.

Recordemos que Miriam y Aarón estaban murmurando contra Moisés en la privacidad del lugar
donde se encontraban.  Ellos tal vez pensaron que nadie les estaba escuchando, olvidando que El Todopoderoso los estaba escuchando.  La Torah dice, "y YHVH los oyó" (Números 12:2).

¿Cuántas veces disfrutamos de conversaciones "privadas" similares, olvidando que YHVH está escuchando? Las murmuraciones y quejas contra otros,  llevadas a cabo en nuestro hogar,  parecen inofensivas, pensamos que no hay víctima, ya que las palabras nunca dejan la casa.  Hay problema en esto?  En realidad hay una víctima, - nosotros somos la víctima.  Al criticar falsamente o sin razón, estamos alimentando un espíritu de crítica.  Día tras día se va alimentando más este espíritu de crítica al concentrarnos en los defectos de los demás.  Por otra parte estamos contagiando a los otros miembros de la familia.   No nos damos cuenta que las paredes de la casa están absorbiendo esa ‘energía espiritual maligna’ que estamos creando.  Toda la casa, que se supone que sea nuestro tabernáculo, está siendo profanada.

Sal. 101:5  Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; No toleraré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.

Las causas de este pecado son los celos y el orgullo, porque reproducen el desprecio por los demás que les permite hablar de ellos cruelmente.   Nuestras lenguas pecan también por lo tanto debemos caminar en arrepentimiento diariamente,  cuidando cada palabra, porque  ningún hombre puede domar la lengua (Ya’akov 3:8)

Por Nilda Tsounis (Adeenah)
Que El Eterno te de entendimiento en Todo!
BARUCH HA’SHEM YHVH!
Shalom!

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