¿SABE USTED
LO QUE COME?
PARTE 2
Es de suma importancia de no comer las grasas, la sangre ni la carne de cerdo, Pero en esta seccion veremos como El Elohim de Ysrael (DIOS} continúa ahora con otras carnes: las de los peces, aves y otras. Levítico 11:9-11 “Esto comeréis de todos los animales que viven en las aguas: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ríos, estos comeréis. Pero todos los que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, así de todo lo que se mueve como de toda cosa viviente que está en las aguas, los tendréis en abominación. Os serán, pues, abominación; de su carne no comeréis, y abominaréis sus cuerpos muertos”.
Tambien desde el Bereshit
(Genesis) encontramos referencia a los animales limpios y no limpios: Gén
7:8-9
Gén
8:20 "Entonces Nóaj construyó un altar para YHWH y, tomando de todo animal limpio y de toda
ave limpia, presentó ofrendas quemadas sobre el altar".
Estas instrucciones de nuevo están basadas en razones científicas. El Dr. Whitelaw, en su libro, El Código de Salud, citado en el Comentario Exegético, relata: “Las aletas y escamas son los medio por los cuales las excrecencias de los peces son eliminadas, lo mismo que en los animales por la transpiración. Nunca he conocido una enfermedad producida por comer esta clase de pescado, pero lo que no tienen aletas ni escamas, producen en los climas cálidos los desórdenes más malignos cando son comidos, en muchos casos tiene un veneno mortal”.
Además, en general, los peces que nadan cerca de el fondo del mar o los lagos son los que se comen los desechos o lo inmundo en el agua. Naturalmente, todos los excrementos o lo muerto termina en el fondo marino y es allí donde aparecen los peces sin escamas ni aletas para mantener el medio limpio. Cumplen la misma función que el cerdo en el mundo terrestre.
Ejemplos de estos “basureros naturales” que no tienen escamas son los bagres en los lagos y las anguilas o congrios en el mar. El congrio es descrito en el Diccionario Larrouse como un “pez de mar llamado también anguila de mar”. De modo que no se deben comer. Ahora bien, ¿Por qué las personas las comen y se supone tienen un sabor aceptable, como en el caso del congrio? La respuesta es que estos peces necesitan tener un gusto aceptable para ser comidos por los otros peces. Si fueran incomibles, tampoco serían consumidos por los demás peces y sus restos contaminarían el agua.
En cambio, los peces con escamas y aletas se encuentran generalmente en la parte superior del mar o los lagos, y no se arrastran por el lecho para comer los desechos. Naturalmente que muchos de estos desechos son tóxicos y si uno come el pez “basurero” también se come todo lo que éste contiene. Esto también se aplica a los mariscos, que tienen la función de limpiar el agua de los desechos del mar. Llama la atención los reportajes sobre la contaminación marina en Chile y el peligro de consumir las ostras y machas. Los biólogos marinos explican que esto mariscos son unos “filtros del mar” exactamente como nosotros lo hemos entendido.
El
concepto de un “filtro” es importante porque esto se aplica en la
mayoría de los animales inmundos. El cerdo es un
“filtro de la naturaleza” con su carne esponjosa que puede absorber
gran cantidad de toxinas sin matarlo. Así también los peces y mariscos que son
limpiadores del mar actúan como filtros para mantener la ecología marina sana.
Pero uno no quisiera tomar un filtro que está lleno de inmundicia y comérselo.
Así sucede cuando uno come un animal o pez inmundo. No todos tienen el mismo
grado de toxicidad, pero todos tienen algún grado de ello.
Para
terminar con esta sección, veamos la diferencia entre los peces limpios y los
inmundos. Esto esta tomado del artículo “¿Es todo tipo de carne propio para
alimento?:
“¿Cuáles peces tienen aletas y escamas? Esto es algo que muchos
lectores nos preguntan. En primer lugar nombraremos algunos peces que
comúnmente se conocen como no limpios, peces sin escamas, impropios
para alimento: bagre, anguila, pez hoja, lija, espinoso, esturión, tiburón, pez
espada. Todo estamos carecen de verdaderas escamas. Además de estas
criaturas hoy otras formas de vida marina que no debemos consumir como
alimento, a saber: orejas marinas, almejas, cangrejos, langostas marinas,
ostras, veneras, calamares, ballenas, tortugas, pulpos.
“Entre
los peces limpios (aquellos que
tienen aletas y escamas) más conocidos son: bonito,
anchoa boquerón, barracuda, róbalo, dorado, búfalo, carpa, bacalao, roncador,
corvina, lenguado, platija, gobio, tímalo, merluza, mero, arenque, lucio,
caballa o macarela, ciprino, mújol, pez aguja, perca, salmón, sardina, trucha,
sábalo, eperlano, pargo, pez luna, atún, albur, jurel. (Incluimos esta
lista de nombres únicamente como una guía genera…en la mayoría de los casos uno
mismo puede determinarlo si tiene la oportunidad de examinar el pescado en el
mercado antes de comprarlo).
Pasando
ahora a las aves, también citamos del mismo artículo que es el más indicado:
“¿Qué aves puede consumir el hombre en calidad de alimento? La respuesta a tal pregunta la encontremos en
Lev. 11:13-19 y Deut. 14:11-20.
“Cabe, pues, preguntar: ¿En qué difieren estas aves inmundas de las aves conocidas como limpias o propias para alimento? Para responder a este interrogante empezaremos por decir que las características de las aves limpias son determinadas por la tórtola o el palomino (Lc. 2:24 y Lev. 1:14), que antiguamente se usaban como ofrendas para los sacrificios”.
- no deben ser aves de rapiña. (Aquí vemos de nuevo el principio del “basurero natural” que se aplica en los animales voladores al igual que en los terrestres y los marinos);
- aunque atrapen en el aire el alimento que se les arroja, lo ponen en tierra donde lo dividen o desmenuzan con el pico, si es posible, antes de comérselo (las avesinmundas lo devoran en el aire, o bien lo prensan en tierra con una pata y lo rasgan con el pico);
- tienen alargado el dedo delantero de en medio y un dedo trasero,
- extienden los dedos de las patas de tal manera que los tres del frente quedan sobre un lado de la rama en que se posan y el dedo trasero sobre el otro lado;
- tienen buche (que es un filtro natural y permite que la carne no quede contaminada con las toxinas que se consumen);
- tienen molleja con doble revestimiento que puede separarse fácilmente”.
“Las
aves limpias tienen las seis características arriba anotadas, y las inmundas
carecen de una o más de las mismas. Si un ave carece de cualquiera de estas
seis características, es inmunda”.
Respecto
al cisne, que es un animal limpio pero que en algunas traducciones está mal
colocado, el artículo arriba mencionado termina: “Por lo tanto, es evidente que
la palabra “cisne” como traducción del hebreo tinshemeth es incorrecta, y que
el cisne, el pato y el ganso se han de considerar como aves limpias.
La
comida impropia perjudica el organismo, que es el templo del Espíritu Santo (I
Cor. 6:19-20). Contamina el CUERPO, si no el carácter espiritual del
hombre. Y si continuamos contaminando nuestro cuerpo, Elohim nos destruirá a
nosotros (I Cor. 3:17).
Ahora bien, queda por analizar sólo unos pocos
casos más. Según la Biblia, todos los reptiles son inmundos, y no
sabemos de nadie normal que los encuentre apetecibles. En cuando a los insectos,
también sus apariencias normalmente los tornan repugnantes de comer. El
único insecto permitido para el consumo humano en la Biblia es el
saltamontes o la langosta terrestre (Lev. 11:20-22).
En cuanto a las plantas comestibles Elohim (Dios) no tiene que darnos una descripción de ellas, pues las plantas venenosas son fácilmente identificadas, y las demás plantas se conocen por el gusto y el provecho que se obtiene de ellas (Gen. 1:29). Hay también plantas comestibles y no comestibles que sirven para efectos medicinales en la Biblia, como el cataplasma de higos (II Reyes 20:7); las hojas de árboles que traen sanidad en el Milenio (Ex. 47:12); y el fruto de la vid, el vino, para malestares estomacales (I Tim. 5:23).
COMO EVITAR LAS INFECCIONES
Ahora
entramos en otro apasionante estudio relacionado con la ciencia de cómo evitar
las enfermedades llamada la HIGIENE.
Lev.
11:23-40: “Todo insecto alado que tenga cuatro patas, tendréis en abominación. Y por estas cosas seréis inmundos; cualquiera que tocare sus cuerpos muertos será inmundo hasta la noche, y
cualquiera que llevare algo de sus cadáveres lavará sus vestidos, y será
inmundo hasta la noche…Y todo aquello sobre que cayere algo de ellos después de
muertos, será inmundo; sea cosa de madera, vestido, piel, saco, sea cualquier
instrumento con que se trabaja, será metido en agua, y quedará inmundo hasta la
noche; entonces quedará limpio. (Aquí vemos cómo evitar el contagio bacteriano
de un animal muerto).
Para poder apreciar la magnitud
de esta legislación científica sobre la higiene, es necesario relatar una breve
historia de la higiene.
El
Dr. McMillen en su libro, NINGUNA ENFERMEDAD nos relata de las creencias
médicas en Egipto durante el tiempo de Moisés: “A las astillas incrustadas en
la piel les aplicaban sangre de gusanos y estiércol de asno. Ya que el
estiércol está cargado de esporas de
tétanos, no es de extrañar que el tétanos se cobrara un alto número de víctimas
por astillas incrustadas. En el PAPIRO EBERS se aconsejan varios cientos de
remedios para enfermedades. En sus drogas, los egipcios mezclaban cosas tales
como: “polvo de estatua”, de “caparazón de escarabajo”, “cabeza de anguila
eléctrica”, “entrañas de oca”, “rabo de ratón”, etc.”.
Sin
embargo, no sólo había una ignorancia absoluta sobre las causas de las
enfermedades entre los antiguos egipcios sino ¡hasta el siglo pasado! Fue sólo
hace un poco más de un siglo atrás que por fin se entendió de dónde provenían
las enfermedades y las infecciones y también se pudieron entender las razones científicas de estas
escrituras bíblicas.
Aquí
vemos el principio bíblico de levarse las manos y las ropas ante algo enfermo o
muerto que descubrió el Dr. Pasteur por medio de sus experimentos. Otro que
hizo lo mismo pero que quedó en el olvido fue el Dr. Ignaz Semmelweiz que vivió
durante el mismo tiempo que Pasteur pero en Austria. “En 1847, cierto día,
después de realizar autopsias y lavarse las manos (gracias al Dr. Semmelweis),
los médicos y los estudiante entraron en el pabellón de maternidad y examinaron
a las mujeres de una fila de doce camas. A once de las doce pacientes enseguida
les subió la fiebre y murieron. Entonces, en la mente despierta de Semmelweis
surgió otro nuevo pensamiento: Sin duda había algún elemento misterioso que se
transfería de una paciente viva a otra con fatales consecuencias. Como era
lógico, Ignaz Semmelweiz ordenó que todos los médicos se lavasen cuidadosamente
las manos después de examina a cada paciente viva. En seguida se elevaron
gritos de protesta contra el “fastidio” de lavarse, lavarse y lavarse (porque
ignoraban lo que eran los microbios), pero el índice de mortalidad bajó todavía
más.
¿Cree usted que Semmelweis fue aclamado por
sus colegas? Al contrario, los estudiantes perezosos, los tocólogos con
prejuicios y los superiores celosos se burlaron tanto de él, y le
menospreciaron de tal manera, que al final fue despedido del hospital. Su
sucesor tiró todas las palanganas, y como resultado subió otra vez el índice de
mortalidad a sus viejas y aterradores
cifras…El Dr. Semmelweis escribió un libro con una excelente documentación
acerca de su trabajo, que no hizo sino estimular a sus adversarios al más
amargo de sus sarcasmos. La constante tensión a causa de los médicos burlones,
y los gritos de las madres moribundas, le obsesionaron tanto, y pensaban de tal
manera sobre su sensible carácter, que por último perdió el juicio. Ignaz
Semmelweis fue internado en un sanatorio siquiátrica, donde murió - ¡qué
ironía! – de una infección de la sangre, sin recibir siquiera el reconocimiento
que tanto merecía.
Hoy día, los médicos reconocen el trabajo de
Semmelweis como uno de los más grandes avances de la práctica de la medicina.
Un libro de texto de 1982 declara: “El lavado rutinario de las manos antes,
entre y después del contacto con los pacientes se acepta como la característica
más importante del control acertado de las infecciones”.
“No
obstante, muchos siglos antes de Semmelweis, El Elohim de Ysrael (Dios) dio a
Moisés instrucciones detalladas acerca del método más seguro para limpiarse las
manos después de tocar a personas muertas contaminadas… Concordando con estas
recomendaciones y ampliándolas, el método bíblico especificaba no sólo el
lavarse en una palangana, sino hacerlo repetidamente en agua corriente.
Aún más notable es el jabón que se utilizaba. Este se había quemando los siguientes elementos juntos: una becerra, madera de cedro, ramas de hisopo, y lana escarlata. La solución lavado contenía un irritante – aceite de madera de cedro – que mejoraba el restregado; un antiséptico – el aceite de hisopo – que mataba las bacterias y los hongos; y un elemento para restregar – las fibras de lana – que desalojaba las bacterias. Aún hoy día, los hospitales utilizan a menudo un jabón granular semejante.
A
cualquiera que hubiere tocado una persona muerta se le exigía permanecer
separado del pueblo durante toda una semana. Si el difunto había muerto de una
enfermedad infecciosa, aquella semana de cuarentena proporcionaría el tiempo
suficiente para que alguien contaminado por contacto cayera enfermo. Así, estas
instrucciones bíblicas evitaban la feroz propagación de la enfermedad entre los
israelitas”.
“Además, el método bíblico exige
que las personas que hubiesen tenido contacto se cambiaran de ropa, poniéndose
prendas lavadas y secas. La técnica bíblica es tan diferente de cualquier cosa
que el hombre haya inventado hasta este siglo,
y tanto más eficaz, que parece lógico que tales ordenanzas fueran dadas,
como afirma la Biblia, por El Elohim de Ysrael
Dios) a Moisés. Así vemos que cuando Elohim (Dios) nos instruye que nos
lavemos después de tocar algo inmundo, lo hace para evitar las múltiples
infecciones. Otra prueba del origen divino de la Biblia.
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