EL GRAN SIGNIFICADO DEL NUMERO SIETE
Hay siete cielos de acuerdo a la tradición judía. El nacimiento de nuestra nación, como tal, en Pesaj, es seguido de siete semanas de siete días, culminando con la recepción de la Toráh. El Rey David, el símbolo de la monarquía judía y la era mesiánica que su descendiente traerá, era el séptimo hijo de Yshai y estaba casado con Bat’Sheva, que significa literalmente la hija de siete. Hay siete días de celebración después de una boda, en los cuales cada comida está acompañada por siete bendiciones especiales. Estamos de duelo durante siete días por un fallecimiento. Hay siete días de la semana en prácticamente todas las sociedades, fenómeno que proviene de nuestra tradición.
¿POR QUE ESE NUMERO?
La respuesta a esta pregunta se encuentra en el idioma hebreo, como fue revelado a nuestro patriarca Abraham (cuyo séptimo descendiente fue Moisés, quien sacó a los Israelitas de Egipto) y al rey filisteo Avimelej. La Toráh describe en detalle como Abraham y Avimelej hicieron un convenio o pacto, que también serviría de testimonio de que los pastores de Abraham habían cavado cierto pozo, del cual se estaba disputando su propiedad. Abraham le ofreció a Avimelej siete – sheva – corderos, que describe como testimonio de que él había cavado el pozo. Ambos hicieron un juramento, llamado shavua en hebreo, y el lugar fue llamado Beer Sheva (Beersheba), a causa de los sheva (siete) corderos y la shavua.
¿Cuál era el sentido de siete corderos y cómo podemos explicar la similitud entre la palabra sheva, que significa siete y shavua que significa juramento (tanto como los siete días de la semana y un ciclo completo de siete años), las cuales se componen de casi las mismas letras en Hebreo ?
Los equivalentes y otras similitudes en hebreo, un idioma que nuestra tradición afirma que es “de origen divino”, no son coincidencia, especialmente cuando están compuestos de prácticamente las mismas letras. Por ejemplo, la palabra en hebreo para oreja es ozen. Hace no demasiado tiempo la ciencia descubrió que nuestras orejas hacen más que escuchar, ellas también controlan el equilibrio del cuerpo. No nos sorprende que la palabra en hebreo para equilibrio es, y ha sido por miles de años, izan, que no solamente tiene un sonido similar a la palabra ozen, sino que está compuesta por prácticamente las mismas letras.
La conexión clave entre sheva y shavua se encuentra en el significado de shavua. Una shavua, juramento, que se encuentra comúnmente en una corte de justicia, es esencialmente una afirmación de que el testimonio actual de una persona describe de forma precisa un hecho pasado. En el caso de Abraham, el juramento y la ciudad nombrada por él hasta el día de hoy, verificarán para siempre el convenio realizado entre Avimelej y Abraham. En el judaísmo el número siete cumple la misma función, es el hilo que fusiona las cosas a su fuente.
Los Siete Días de la Semana
Shabbat y los siete días de la semana ilustran esto. No es nada menos que una maravilla que el único sistema temporal para contar los días, que ha sobrevivido a lo largo de la historia de forma significativa, sea la semana de siete días que todos los gobiernos utilizan hoy. A diferencia de los días, que van de acuerdo a la rotación de la tierra en su eje, los meses que van de acuerdo al ciclo lunar, y los años que van en paralelo a la rotación de la tierra alrededor del sol, los siete días de la semana no tienen ningún paralelo natural o base astronómica. Al parecer, surgieron de la nada. A pesar de haber sido utilizados por los hindúes, babilonios, chinos, romanos, egipcios y luego por cristianos y musulmanes, quienes cambiaron el Shabbat a diferentes días, el sistema universal de siete días derivó de la Torah.
Su mensaje de acuerdo a nuestra tradición es muy claro: seis días corresponden a la creación activa del mundo y el séptimo corresponde al "descanso" de Elohim, por lo tanto, da testimonio de la creación. Nos reconecta con la fuente de todo, con el comienzo. De hecho, la palabra sheva en si misma, viene de la palabra shav, retornar.
Los místicos describen el mismo concepto en el espacio. En un plano tridimensional, un punto puede expandirse en seis direcciones opuestas, a ángulos de noventa grados – derecha o izquierda, atrás o adelante, arriba o abajo. Sin embargo, es el punto en el centro, donde los tres ejes (x,y,z) se encuentran, el que los vincula. En el caso de los días, ese punto es Shabbat, y en cuanto a años, es Shmitá.
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